ERWIN VALDEBENITO: “QUE ESTE CORRIENDO A LOS 58 AÑOS AUSPICIADO POR ADIDAS Y CON DOS OPERACIONES DE CÁNCER SE LO DEBO A MI HERMANO”

ERWIN VALDEBENITO: “QUE ESTE CORRIENDO A LOS 58 AÑOS AUSPICIADO POR ADIDAS Y CON DOS OPERACIONES DE CÁNCER SE LO DEBO A MI HERMANO”

Ene 18, 2021 | Noticias, Running | 1 Comentario

  • A sus 58 años se mantiene activo dentro de las competencias de 800 y 1500 metros planos. Luego de pasar una vida corriendo maratones llegó a ganar un record mundial y participar en diferentes competencias internacionales. Hoy en día se desarrolla como entrenador de futuros atletas, pero no deja de lado su pasión y ya se prepara para volver a las carreras en este 2021.

Sus orígenes fueron en la ciudad de Traiguén en la Región de la Araucanía. A corta edad ya demostraba talento “A los 7 años integré la selección de mi escuela y participé en la posta de 5 x 80 metros, salimos campeones de varias competiciones”, comenta Erwin Valdebenito. Como todo joven él tenía a alguien que lo inspiraba para competir, su hermano fue ese modelo a seguir. “Yo era un niño que seguía los pasos de mi hermano mayor Ulises Valdebenito quien fue seleccionado de su colegio para Traiguén. Fue gracias a él que me fui entusiasmando para correr”.

Junto a su familia se mudan desde el sur del país a Santiago, específicamente a la comuna de San Bernardo. Es aquí cuando la vida se encarga de juntar a Erwin con la persona que le enseñaría y prepararía para correr en las competiciones.

“Es en San Bernardo donde conozco al gran entrenador de la Universidad Católica, René Salamanca quien me vio corriendo por la Avenida Portales con San Alfonso. Yo corría la cuadra completa antes de ir al Liceo de hombres de San Bernardo. Este era un trote de 15 minutos para poder entrar en calor e ingresar a la ducha con el agua helada, ya que éramos muy pobres en ese entonces. Entrenar con “Don René” me permitió en la década del 80’ correr representando a la Universidad Católica en el Medio Fondo. Este fue un trampolín que me dio la posibilidad de ir aprendiendo nuevas formas de entrenamientos”, recuerda Erwin.

Tras ir desarrollándose como atleta fue adquiriendo más experiencia y fue en 1996 cuando decide participar en su primera ultramaratón de Santiago a Viña del Mar. En su debut no le fue mal y obtuvo el tercer lugar, pero él estaba seguro de que podía rendir todavía más.

Al año siguiente se buscaría su revancha, luego de una ardua preparación en la que su familia fue un punto muy importante “Toda mi familia aportaba un grano de arena, lo que permitió que yo me dedicara a correr 10 horas continúas por la cuesta Barriga y Zapata”.

Al momento de correr se dejó caer una lluvia torrencial, pero eso no impidió que todo ese esfuerzo rendiría sus frutos y en 1997 ganaría el Ultramaratón de Santiago-Viña del Mar. En esa oportunidad sería la primera vez que se diera a conocer, ya que el diario La Tercera lo entrevistó y colocó como título “Ultraman está en Chile” junto a una fotografía de él festejando el triunfo. De ahí en más comenzaría una carrera que duraría hasta estos días.

Para poder estar en un buen estado físico y complementar trabajo con el entrenamiento idearon junto a su hermano Ulises una solución en aquellos tiempos “Cuando empecé a trabajar me iba desde San Bernardo al trabajo demorándome 1 hora 55 minutos. Esa era mi forma de entrenar para los ultramaratones”.

Haber vivido en el sur del país le ayudó a estar acostumbrado a las bajas temperaturas, de la misma manera las altas temperaturas tampoco le afectan según  dice Erwin “Para mí es igual la dificultad al correr con frío o lluvia que correr con 45 grados como fue en Sudáfrica. Demostré en cada competencia en el extranjero que siendo un empleado público pude representar bien a mi país, incluso compitiendo frente a la élite mundial del atletismo”. En esta competencia corrió los 98 kilómetros en el año 1998 terminando tercero.

El 13 de abril de 2007, Erwin Valdebenito rompió el récord mundial de kilómetros recorridos en una trotadora estática en un lapso de 24 horas, completando así 248 kilómetros, y quebrando la marca establecida en el World Record Guinness. Esta hazaña le sirvió para darse todavía más a conocer y también para entregar un mensaje sobre la inclusión en el deporte.

Él menciona que gracias a este record pudo llevar al primer deportista ciego a correr la Maratón de Nueva York, pero tras un mal papeleo por parte de los dirigentes chilenos terminaron corriendo junto a los mejores atletas de la competencia.

“Que este corriendo a los 58 años auspiciado por Adidas y con dos operaciones de cáncer se lo debo a mi hermano Ulises. Además, estoy seleccionado para correr el Master de 2021 en las pruebas de 800 y 1500 metros planos como en los tiempos en que corría por la Universidad Católica. La diferencia es que ahora tengo la mejor tecnología en zapatillas. Adidas me entregó tres pares de zapatillas del modelo Takumi Sen 5 y pesan 186 gramos, además vienen directo de Japón. En ese sentido Adidas siempre ha creído en mí”.

Erwin ha pasado por muchos sacrificios para llegar a donde está, pero una de las más complicadas luchas fue haber sufrido dos operaciones que podrían haberlo dejado sin competir para siempre.

La primera intervención fue debido a un cáncer a la piel “Me quería morir. Fue espantoso pensar en tener que dejar estancado mi trabajo con mis alumnos con discapacidad y de igual forma dejar a mi nieto sin la posibilidad de verme competir. Esto lo supere gracias a mi familia”.

La segunda y más complicada fue debido a un tumor que presionaba un ganglio que le impedía cerrar la mano izquierda. Erwin relata la historia de cómo se enteró de esto “Luego de un control el médico me dice que me tenía que operar de inmediato y que él había pedido hora en el quirófano dentro de una hora más, me quedé helado. Afortunadamente todo salió bien gracias a Dios”.

Al igual que a la mayoría de las personas el año pasado nos afectó de diferentes maneras. Para Erwin fue el año en que su padre producto del Covid falleció y para peor él estuvo contagiado. Yo me contagie, pero el virus no logró llegar hasta mis pulmones debido a mi fisiología física. El haber entrenado de joven hasta hoy en día me ayudó mucho a superarlo”.

Además de esto, tuvo que seguir entrenando en su casa para no exponerse nuevamente. Gracias a la trotadora que le regalaron por batir el record mundial en 2007 y al gimnasio que su hermano y él crearon pudo continuar con su entrenamiento.

Hoy Erwin tiene una mirada sobre su futuro “Me veo entrenando y ayudando a mis alumnos en sus ejercicios en el gimnasio inclusivo que junto a mi hermano hemos ido construyendo y también seguir con mi magister, el cual realizo para poder apoyar de mejor manera a los jóvenes con discapacidades”.

  • Publicado por: Matías Méndez

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