El 2 de abril, en la fiesta deportiva más grande del país, la atleta Erika Olivera se despedirá de la vida deportiva corriendo en casa, con miles de chilenos que, seguramente, gritarán su nombre al verla pasar. “Este 2017 tendré la gran oportunidad de despedirme con los runners chilenos, para compartir con todos y decir nuevamente muchas gracias por todo”, expresó la deportista.

Es así como la dos veces triunfadora del Maratón de Santiago (2007-2009) se ganó un puesto en nuestra historia y en la memoria colectiva de Chile, no sólo por sus triunfos, sino que por ser una motivación para muchas mujeres para salir a correr. En Maratón de Santiago, de 1.400 mujeres inscritas en 2007, se aumentó a 10.000 el año 2016.

La chilena Erika Olivera anunció su retirada, a los 40 años, tras disputar el maratón de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y convertirse en la primera mujer en correr cinco veces la mítica distancia de 42,195 kilómetros.

Erika corrió el maratón en Atlanta 1996, con el lugar 37; mejoró diez lugares, hasta el puesto 27 en Sydney 2000; en Atenas 2004 fue 58 y 64 en los Juegos de Londres 2012. Los juegos de Pekin 2008 coincidieron con el nacimiento de una hija y no pudo estar presente.

La carrera de Érika Olivera incluye además la medalla de oro en el maratón de los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999 y de bronce en los de Santo Domingo 2003, además de varias decenas a nivel chileno, sudamericano o iberoamericano en carreras de 5.000 o 10.000 metros a lo largo de su trayectoria.

Maratón de Santiago sorprendió a la atleta dando a conocer que, desde este año, se instaurará un premio que lleva su nombre, y que se entregará al primer chileno y chilena que cruce la meta de los 42K.