• La estatua de John A. Kelley, ubicada aproximadamente en la milla 20 del recorrido del maratón de Boston en Newton, Massachusetts apareció con mascarilla.

El campeón masculino del Maratón de Boston 1968, Amby Burfoot, corría a lo largo del río Mystic el sábado por la mañana cerca de su casa en Connecticut cuando su hermano, Gary, planteó la idea de poner una máscara en la estatua de John J. Kelley, quien ganó Boston en 1957.

La estatua se encuentra en un parque frente a Mystic Pizza, el restaurante que se hizo famoso por la película homónima protagonizada por Julia Roberts. Burfoot y su esposa, Cristina, pensaron que ponerle una máscara a Kelley, quien era un entrenador querido en Fitch High School en Groton, Connecticut, era una linda manera de enviar el mensaje de que los corredores se preocupaban por la buena salud y que todos los demás deberían bien. Después de todo, Covid-19 ha producido un poco de auge de carrera, ya que es una de las pocas actividades que las personas aún pueden realizar de manera segura mientras mantienen la distancia social.

Cosieron una máscara, la pasaron sobre la estatua y tomaron una fotografía.

Antes de que terminara el día, había máscaras en “The Starter”, la representación de George V. Brown cerca de la línea de salida del maratón de Boston, y en la estatua de John A. Kelley en la marca de 20 millas de la carrera. Que John Kelley, conocido como “Old John”, corrió Boston 61 veces, ganó la carrera en 1935 y 1945 y no está relacionado con el campeón de 1957.

La estatua de Frank Shorter en Boulder, Colorado, recibió una máscara con un tono dorado, que parecía adecuada para el campeón olímpico de 1972. El ex empresario de maratón de la ciudad de Nueva York Fred Lebow recibió el tratamiento básico de la máscara en Central Park en Manhattan. La ganadora del maratón olímpico de 1984, Joan Benoit Samuelson, recibió amortiguadores para su estatua en Cape Elizabeth, Maine, y para ella y Bill Rodgers en Davenport, Iowa.

Burfoot dejó en claro que ninguna de las máscaras era adecuada para su uso en un entorno hospitalario, para que nadie piense que un trabajador de la salud fue privado del equipo.