• El deportista es proveniente del sur y debido a un particular anuncio en el diario es que terminó siendo gendarme y corredor. Se ha destacado en varias competencias en todo el país estando a la par con los mejores corredores. Hoy en día se encarga de mantenerse activo y participando de proyectos deportivos.

El “Gendarme de acero” creció en la localidad de Hualqui ubicada en la Región del Biobío, en donde pudo desarrollar su pasión por los deportes. “En esos paisajes sureños hay bastantes lugares donde poder generar espacios y actividades, son los tiempos de ocio lo que llevan a uno de cierta forma a participar en eventos o irse desarrollándose en otras áreas”, comenta Carlos Fernández.

Sus aptitudes deportivas en la adolescencia se desarrollaron y a los 13 años se interesó por participar de los clubes de remo de Hualqui. Esto lo llevaría a realizar ejercicios para estar a la par con sus compañeros y posteriormente terminaría por eligiendo el running sobre los demás deportes.

“Para poder estar en la misma condición física que mis compañeros tenía que complementar el ejercicio y así comencé a hacer running. Esto fue comenzó como un accidente, pero cada vez que corría me iba gustando más. Participé en las corridas de Chiguayante, Penco, Talcahuano, Lota y Coronel”, relata Carlos.

Siguió con su vida participando en competencias mientras estaba en el Club Deportivo Fernández Vial. Se encontraba trabajando como funcionario en una bomba de bencina en Concepción cuando fue que un anuncio en un diario local lo llevaría a ser lo que es hoy en día.

El anuncio decía lo siguiente “se necesitaban gendarmes super atletas”. Esto en el marco de la fuga de los cuatro internos en helicóptero de la cárcel de Alta Seguridad de Santiago ocurrida en el año 1997.

Carlos no estaba pasando por buenos momentos personales y vio en esto la forma de cambiar de aires. Hasta ese momento él desconocía lo que significaba ser gendarme, pero un día mientas corría un profesor de la cárcel El Manzano sería quien le explicara las funciones que realizan los gendarmes y posteriormente lo convencería de ir a probar suerte en la penitenciaria.

Carlos menciona como fue este proceso de cambio: “Las pruebas fueron en el estadio militar y consistían en correr siete vueltas para el Test de Cooper. Pase todas las pruebas físicas y escritas. Como aprobé todas las pruebas me tocó ir a Santiago y dejar atrás mi hogar. Me encontré con una realidad completamente distinta de la que venía y comencé a conocer el mundo penitenciario”.

Esto, también le permitió competir en las competencias internas de la institución en las que si bien no las ganaba quedaba dentro de los primeros lugares. Posteriormente sería transferido a Valparaíso, en donde crecería todavía más como atleta.

El nacimiento del apodo “Gendarme de acero” según cuenta el propio Carlos fue cuando realizó la corrida dese Valparaíso hasta la Ex Penitenciaria de Santiago en un recorrido que duró más de 10 horas. Esta hazaña de recorrer más de 100 kilómetros fue registrada por el periodista Luis Castillo del diario El Mercurio de Valparaíso. Sería él quien le diera este apodo tan particular.

Para mantener este apodo ha tenido que exigirse y competir arduamente. Es por eso que ha participado en ultramaratones, al igual que en Manquehue corriendo las 24 horas con junto a Erwin Valdebenito (esto el año 2010) y además corrió en Licanray los 70 km en donde peleó el primer lugar de la categoría todo competidor.

No todo en la vida del “Gendarme de acero” ha sido correr, ha participado en diferentes proyectos políticos a su manera. En el año 2010, Carlos Fernández participó de la corrida alrededor de La Moneda por 10 horas y luego en la realizada en las afueras del Congreso en busca de firmas para apoyar el proyecto de la  Ley Emilia.

Dentro de sus hitos está el haber organizado dentro de la población penal el primer Cross Country en Valparaíso, algo inédito a nivel sudamericano. Después, realizó el primer Duatlón al interior de una cárcel en el mundo. Junto al profesor del complejo penitenciario Rodrigo Peñailillo se consiguieron las bicicletas. “Correr y andar en bicicleta en la línea de fuego fue una bonita experiencia a la que asistieron autoridades. Esto se puede ver como una forma de integración social y de reinserción”, menciona Carlos.

Además, agrega “El running me ha abierto muchas puertas, fue una llave que me sacó de donde estaba y fácilmente podría haber optado por otro camino, pero primero soy gendarme y luego corredor. El correr me ha generado la oportunidad de participar de diferentes instancias”.

Dentro de las múltiples competencias en las que ha participado el “Gendarme de acero” los ultramaratones son su favorita. Dice que son una prueba que requiere más esfuerzo mental que físico, ya que son horas de entrenamiento con poca agua en los cerros. “Esto significa salir con la mochila, una lata de atún y un huevo cocido. La idea es complicarse uno mismo para al estar en la prueba poder vencer a las adversidades”, aclara.

En la actualidad a sus 45 años prepara un proyecto llamado “Quiero ser tú vista” el cual busca integrar a más personas al deporte. Lo realiza en conjunto con su amigo “Lucho”, quien es un ex gendarme que debido a un accidente perdió su visión, pero que no le ha impedido participar en competencias como el Ironman de Pucón.

Incluso la pandemia no evito que el “Gendarme de acero” entrenara. Esto ya que este entrena solo y arriba de los cerros. Menciona que además pudo darse un lujo que fue correr durante ocho horas continua en el Parque El Quintil en Valparaíso.

Además de trabajar en el proyecto junto a su amigo, también es director en la Directiva Nacional de Gendarmes. Se preocupa de estar desarrollando actividades para que los otros gendarmes se sumen a realizar actividad física y puedan votar estrés. De la misma manera organiza estos eventos deportivos dentro de la penitenciaria para los internos.

“Es una buena relación con los internos, me conocen como “Correcaminos”. Saben que uno hace deporte y siempre preguntan por las actividades deportivas. Uno trata de ayudarlos en lo que se pueda”. Esto para que puedan encontrar un momento de tranquilidad dentro del precario ambiente penal.

• Publicado por: Matías Méndez